De nuevo la mala suerte de los lotes se cebó con la ilusión de agradar del torero madrileño, Sergio Marín, en el día de la reaparición de su compañero Alberto Aguilar. Sin opción alguna, ante su primero sólo pudo estar digno. Con su segundo, se volcó con él ya desde el capote, enseñándole a embestir en primer lugar y, posteriormente, plasmando estética y gustándose en cada lance. A la muleta llegó rajadísimo, aquerenciándose en tablas, lo cual le dificultó enormemente el ligazón, pero con paciencia y mucho temple le fue sonsacándole de uno en uno cada muletazo que le brindaba.
Toros de Brísida de León, uno de Luis Albarrán (3º bis) y uno de Gerardo Ortega (2º):
·Sergio Marín: saludo en ambos.
·Alberto Aguilar: dos orejas y oreja.
·Antonio Joao Ferreira: saludos en ambos.
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